martes, 17 de octubre de 2017

Salto de frecuencia.

Fué Hedy Lamarr la cual paso de ser actriz de Hollywood a crear un invento revolucionario en las telecomunicaciones.



"Su principal hobby era inventar". Ya con el título de ingeniera en Telecomunicaciones, conoció a quien sería su principal apoyo en la creación de un sistema secreto de comunicaciones.

El compositor George Antheil y ella idearon un sistema de detección de los torpedos teledirigidos utilizados en la contienda. Inspirado en un principio musical, el invento funcionaba con 88 frecuencias, equivalentes a las teclas del piano, y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético.

Registraron la patente y se la ofrecieron de forma gratuita al Ejército de los Estados Unidos, quienes no la utilizaron por miedo a que fuera detectada por el enemigo, pero la guardaron y la mantuvieron en secreto.

Mientras, el régimen nazi continuaba su avance por Europa, y Lamarr, impotente, de nuevo ofreció su colaboración y su inteligencia al Gobierno estadounidense para el desarrollo de investigaciones científicas en busca de avances armamentísticos. Aunque su título de “mujer más bella” se impuso a su ingenio y para lo que el Gobierno la demandó fue para utilizar su fama –y, por supuesto, su belleza– para convertirse en imagen de pósteres propagandísticos y para ayudar en la venta de bonos de guerra. Aquel que comprara 25.000 dólares conseguiría un beso de la actriz: Lamarr logró vender siete millones de dólares en bonos de guerra en una única noche.



lunes, 16 de octubre de 2017

Primera mujer programadora.


En un tiempo donde las matemáticas eran tareas masculinas Ada Lovelace, nacida en Londres el 10 de diciembre de 1815, se abrió hueco en el mundo de las ciencias informáticas. Su sueño era construir una máquina voladora y realizó un diseño  con tan solos 12 años que se adelantó 15 años a la patente Henson y Stringfellow  del transporte aéreo de vapor. Se puede decir que era una auténtica genio.


Describió su primer lenguaje y escribió el primer programa mucho antes de la llegada del primer ordenador, nadie se puede explicar esa visión de futuro.


Augustus de Morgan le daba clases particulares. Con 17 años conoció a Babbage (matemático e invertor), el cual creó la máquina analítica (primer ordenador mecánico), de la cual Ada tuvo que traducir un artículo sobre tal máquina del Francés al Inglés, no solo lo tradujo sino que añadió sus propias anotaciones y reflexiones 3 veces más larga que el propio artículo.


En las cuales describió paso como la máquina podía calcular la secuencia de los números de Bernoulli, en pocas palabras desarrolló el primer algoritmo de software técnico de la historia.


Hay un lenguaje de programación llamado Ada, en su honor.


La máquina analítica entrelaza patrones algebraicos al igual que el telar Jacquard entrelaza flores y hojas”, escribió describiendo el modo en el que manipula símbolos y permite que los números se repitan, concluyendo que la máquina era capaz de hacer mucho más que cálculos matemáticos. Creía que incluso algún día podría utilizarse para crear música o arte.